Le Corbousier
Formación y evolución temprana
Le Corbusier fue una de las figuras más influyentes de la arquitectura, ya que transformó completamente la manera en que se entendía el diseño. Nunca estudió arquitectura de manera formal, sino que él mismo se fue educando a través de lecturas, viajes, dibujos, pinturas, fotografías y trabajos con otros arquitectos que ayudaron a expandir su conocimiento arquitectónico. A lo largo de su carrera, su estilo pasó de ser una arquitectura sin ornamento, muy racional y casi como si fuera un ingeniero, a una más orgánica y simbólica.
Inicios artísticos y pensamiento teórico
En París funda una revista de arte llamada L’Esprit Nouveau, dedicada a la crítica del arte y desarrolla pinturas puristas como Still Life (1920), en la cual representa objetos que se pueden visualizar desde varios puntos de vista a la vez utilizando transparencias y capas. Más adelante escribe Vers Une Architecture, donde Le Corbusier critica la idea de repetir el ornamento y ver la arquitectura clásica como la única fórmula o estilo; quería romper con esa tradición y dirigir la mirada hacia la tecnología moderna. Propone que observemos y estudiemos cruceros, aviones y automóviles, defendiendo la estética del ingeniero, donde según él se pueden obtener más lecciones que siguiendo reglas neoclásicas.
Primeras obras y pensamiento arquitectónico
Le Corbusier aprovecha el desarrollo del hormigón armado para crear estructuras como el Maison Domino (1914), que se basa en una estructura de losas y columnas, pensado para construir viviendas rápidas y económicas después de la Primera Guerra Mundial. Sus primeras casas fueron radicales para su época por ser sin ornamentos neoclásicos, con grandes ventanales, techos tipo fábrica y apariencia de almacén. En el Pavillon de l’Esprit Nouveau experimenta con terrazas, dobles alturas y jardines altos. También propone la Contemporary City of Three Million Inhabitants, con torres de oficinas en el centro, viviendas en bandas en la periferia, parques, escuelas y museos, separación de usos (negocio/vivienda) e integración de autos y autopistas como parte del diseño urbano.
La Ville Savoye
La Ville Savoye es el resumen de todo su sistema. Es una cajita blanca levantada sobre pilotis, conocida como una “máquina para habitar”. Ahí presenta sus cinco puntos: pilotis, techo-jardín, planta libre, fachada libre y ventanas corridas horizontales. Básicamente, levantar la casa del suelo, usar la azotea como espacio útil, liberar la planta gracias a columnas internas, diseñar la fachada sin depender de muros estructurales y permitir luz continua con ventanas horizontales. También diseña muebles integrados para que todo el proyecto tenga coherencia.
La Unité d’Habitation en Marsella
Después de la Segunda Guerra Mundial, estas ideas se llevan a gran escala en la Unité d’Habitation en Marsella (y también en Firminy y Berlín). Es como un “crucero habitacional” elevado sobre pilotis, con vivienda, tienditas, consultorios, servicios y áreas deportivas arriba. Los apartamentos son dúplex que cruzan el edificio, con sala a doble altura, mezzanina, balcones y pasillos que aparecen un piso sí y uno no. En un piso intermedio hay servicios y tiendas, como si fuera una mini ciudad. Y en la azotea tiene pista de correr, guardería, área de juegos y hasta un teatro al aire libre, convirtiéndola en un espacio social completo.
Su estilo y legado
Estas obras arquitectónicas son ejemplos que muestran a profundidad el tipo de estilo de Le Corbouiser. A través de ellas se puede ver cómo sus ideas sobre la modernidad, la tecnología y la manera de vivir fueron cambiando y tomando forma real. También ayudan a entender por qué sus propuestas fueron tan distintas para su época y cómo marcaron un antes y un después en la arquitectura. En general, permiten ver su evolución y la forma en que sus conceptos terminaron influyendo en la forma de diseñar y construir en muchos lugares del mundo.
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